La liberación de Julian Assange de una prisión de Reino Unido y su regreso a Australia tras llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses a cambio de declararse culpable es una buena noticia. La implacable persecución que ha sufrido Assange por parte de Estados Unidos ha causado un daño indecible a la libertad de prensa, poniendo de relieve la necesidad de seguir luchando por la libertad de expresión en todas partes, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
“Después de años en que las autoridades de Estados Unidos y Reino Unido han robado injustamente la vida de Julian Assange, Amnistía Internacional acoge con satisfacción la positiva noticia de que Assange ya está en libertad y puede reunirse con su familia. Si hubiera sido extraditado a Estados Unidos, habría estado en peligro de sufrir violaciones de derechos humanos, como reclusión prolongada en régimen de aislamiento, en contravención de la prohibición de la tortura u otros malos tratos, y una atención sanitaria deficiente”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Llevamos años diciendo que los cargos contra Assange nunca deberían haberse presentado, que por supuesto nunca debería haber estado en la cárcel y que Reino Unido jamás debería haber certificado la petición de extradición.”
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, salió libre el miércoles de un juzgado de Saipán, isla de un territorio insular estadounidense en el Pacífico, tras declararse culpable de violar la ley de espionaje de Estados Unidos por la publicación de WikiLeaks en 2010 de documentos militares clasificados de Estados Unidos, incluidos documentos sobre las guerras de Afganistán e Irak.
“A Assange se le acusaba de actividades que son fundamentales para todos los periodistas y editores, que a menudo reciben de fuentes externas información gubernamental de carácter confidencial. El público tiene derecho a saber cuándo un gobierno está actuando indebidamente en su nombre. Las autoridades estadounidenses no llevaron a cabo una investigación completa y transparente sobre los presuntos crímenes de guerra que WikiLeaks sacó a la luz, sino que eligieron atacar y darle un escarmiento a Assange por publicar información de interés público que le filtraron sus fuentes», ha dicho Agnès Callamard.
“Es comprensible que, después de la larga batalla legal por la libertad que ha librado, Assange haya decidido poner fin a su persecución declarándose culpable de un cargo. Su salud mental y física lleva mucho tiempo en peligro.
“El gobierno de Estados Unidos no puede afirmar que defiende la libertad de prensa después de su larga campaña de años de persecución implacable contra Assange. Ha enviado un mensaje claro a Estados Unidos y al extranjero: los editores y periodistas podrían pasar años en la cárcel por cargos de espionaje si utilizan material clasificado para sacar a la luz violaciones de derechos humanos. La lucha por la libertad de prensa mundial continúa. Debemos esforzarnos en defender la libertad de expresión y revertir el impacto del «efecto disuasorio» que el trato dispensado a Assange ha tenido sobre la libertad de prensa en todo el mundo.»
Amnistía Internacional ha declarado que las autoridades australianas, que han apoyado con razón a Assange, deben asegurarse de que éste tenga acceso a los servicios de rehabilitación pertinentes cuando regrese a casa.
“Amnistía Internacional rinde homenaje a la labor de la familia de Julian Assange, de su equipo jurídico, de muchos miembros de la comunidad de los medios de comunicación y de los miles de activistas que lo han apoyado y han defendido los principios fundamentales que sustentan el derecho a la libertad de expresión y el derecho de las personas a acceder a la información en aras del interés público”, ha afirmado Agnès Callamard.
Información complementaria
Julian Assange llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses después de pasar cinco años en una prisión de alta seguridad del Reino Unido. Assange se declaró culpable de un cargo de conspiración para obtener y divulgar información relativa a la defensa nacional, y fue condenado a 62 meses de cárcel, que ya ha cumplido en su totalidad.
En sus comentarios sobre la sentencia, la jueza Manglona señaló: “Hay otro hecho significativo: el gobierno ha indicado que aquí no hay ninguna víctima personal, lo cual me indica que la difusión de esta información no tuvo como consecuencia ninguna lesión física conocida».
Amnistía Internacional había advertido sobre el «efecto disuasorio» que tendría la extradición de Assange sobre la libertad de prensa mundial, y había hecho campaña para que Estados Unidos retirara todos los cargos contra él y que Reino Unido lo dejara en libertad.
FIN