La protección al derecho a la libertad de expresión ha sido una de las principales líneas de trabajo que Amnistía Internacional ha desarrollado desde sus inicios; entendiendo que su pleno ejercicio es condición necesaria para garantizar el ejercicio de otros derechos tanto civiles y políticos, como económicos, sociales, culturales y ambientales. Esto ubica a la libertad de expresión como un derecho humano fundamental que debe ser protegido, promovido y defendido tanto por agentes estatales como no estatales.
Amnistía Internacional entiende al derecho a la libertad de expresión en su máxima expresión, es decir, lo reconoce como el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todas clases que sean difundidas o emitidas por cualquier medio o formato. Se vincula con el derecho a brindar opiniones y la libertad de pensamiento, conciencia y religión, así como también con los derechos de libertad de asociación y de reunión pacífica.
A través de esta campaña, buscamos instalar el debate sobre la libertad de expresión y mejorar el debate público junto a actores clave, atendiendo tanto aspectos de la agenda tradicional como de la nueva agenda sobre libertad de expresión, vinculada al uso de internet. Por otro lado, sensibilizar y generar capacidades sobre libertad de expresión y libertad de protesta en actores relevantes que puedan incidir en la discusión pública.