Escribe: Lucía Pérez Chabaneau
Directora Ejecutiva, Amnistía Internacional Uruguay
La desaparición forzada no es un asunto del pasado, sino una realidad dolorosa que persiste y conecta a muchos países de la región en la actualidad. En Uruguay, la deuda estructural con la verdad, la justicia y la reparación que se mantiene con las víctimas de la desaparición forzada, sus familias y con la sociedad toda debe ser una prioridad.
Hoy te quiero compartir algunas reflexiones sobre la desaparición forzada.
El 30 de agosto se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada y aunque nuestro país ha establecido un compromiso con la búsqueda de personas desaparecidas y el hallazgo de sus restos, los avances aún son insuficientes. La última dictadura cívico militar todavía se muestra en esa deuda, en el cuerpo de cada persona que aparece y en la ausencia de los que se siguen buscando. Aún hoy buscamos respuestas en cada hallazgo de restos humanos para saber qué pasó, dónde están y para que nunca más se ejerza el terrorismo de Estado. Como sabés, hace poco más de un mes fueron encontrados nuevos restos humanos en el Batallón 14 que aún están siendo analizados para su identificación.
Sin embargo, lejos de ser algo del pasado. la desaparición forzada es un asunto del presente y las mujeres son sus principales víctimas, también son las líderes de las búsquedas de sus seres queridos, los del pasado y también de las situaciones del presente. Las desapariciones forzadas tienen lugar hoy en la vida de muchas adolescentes y mujeres que son víctimas de explotación sexual y trata de personas. La violencia sigue cobrando nuevas víctimas, muchas de ellas invisibilizadas. Es urgente obtener datos precisos para visibilizar y entender qué formas adquieren las desapariciones de mujeres en contextos de violencia. Desde Amnistía Internacional es algo que nos ocupa en nuestro día a día
Hace unos días, lanzamos la campaña «Mujeres Buscadoras en las Américas #BuscarSinMiedo«, que recoge las experiencias de mujeres que buscan a sus seres queridos en México y Colombia. Es casi imposible escuchar sus testimonios sin pensar en Luisa, Sara, María Ester, Elena, y tantas, tantas otras que buscaron y aún buscan. En el marco de esta campaña, se presentó el informe «Buscar Sin Miedo: Estándares Internacionales Aplicables a la Protección de las Mujeres Buscadoras en las Américas”, que expone la magnitud de la crisis y el desamparo que sufren quienes buscan. El documento se centra en exigir la protección de las buscadoras y la responsabilidad de los Estados en brindar las respuestas frente a las desapariciones forzadas, al mismo tiempo que están obligados a garantizar la protección de quienes buscan, respetando sus derechos y creando ambientes seguros en donde puedan realizar su labor sin temor. La lucha de las mujeres buscadoras nos llama a la acción para que los Estados cumplan con su deber de garantizar justicia y protección para todas las víctimas de desapariciones forzadas.
La impunidad se combate con verdad y justicia.