En reacción a la decisión del gobierno estadounidense de imponer sanciones a las ONG palestinas Al Haq, el Centro Al Mezan de Derechos Humanos y el Centro Palestino de Derechos Humanos por su actividad en relación con la Corte Penal Internacional (CPI), Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“La decisión del gobierno de Donald Trump de imponer sanciones a tres destacadas organizaciones palestinas de derechos humanos es un ataque profundamente preocupante y vergonzoso contra los derechos humanos y la búsqueda de la justicia en el mundo.”
“Estas organizaciones, que documentan meticulosamente las violaciones de los derechos humanos en las condiciones más espantosas, realizan una labor esencial y valiente. Han seguido haciéndolo con firmeza a pesar de la guerra, el genocidio y la opresiva realidad del régimen de apartheid de Israel, así como de los intentos malintencionados de desacreditar sus conclusiones y paralizar su financiación con acusaciones falsas de terrorismo.”
“Son la voz de las víctimas palestinas; amplifican historias de sufrimiento humano e injusticia que, de otro modo, se desconocerían. Su trabajo es indispensable para lograr justicia y rendición de cuentas por decenios de atrocidades cometidas en el Territorio Palestino Ocupado e Israel.”
“Esta medida atroz constituye un ataque descarado contra todo el movimiento palestino de derechos humanos y un intento cruel de fracturar y debilitar a la comunidad global de derechos humanos. Busca negar a las víctimas de violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional cualquier posibilidad de verdad, justicia y reparación. Esta decisión también deja al descubierto los esfuerzos deliberados del gobierno de Trump por desmantelar los cimientos mismos de la justicia internacional y proteger a Israel de la rendición de cuentas por sus crímenes.”
“La comunidad internacional se encuentra en una encrucijada. Las instituciones creadas para proteger los derechos humanos y defender el derecho internacional, incluida la Corte Penal Internacional, se enfrentan a amenazas existenciales.
“Amnistía Internacional expresa su solidaridad y apoyo a estas organizaciones y hace un llamamiento al movimiento mundial de derechos humanos para que rechace esta decisión despreciable. Los Estados deben oponerse de manera inequívoca a este flagrante ataque contra las organizaciones de la sociedad civil palestina y las comunidades a las que representan, por el bien de nuestra humanidad compartida y el futuro de los derechos humanos en todo el mundo.”