¿Está Uruguay llegando a un punto de no retorno en derechos humanos?  

Esta pregunta inaugura la una nueva edición del Capítulo Ampliado sobre Uruguay del Informe Anual 2024/25, presentado el pasado 29 de abril. Este informe se lanza cuando celebramos los 40 años del retorno de la democracia al país, coincidiendo con los 40 años de presencia de Amnistía Internacional en Uruguay. Sin duda, el país tiene fortalezas sobre las que apoyarse y logros que enaltecer. También tiene deudas pendientes y desafíos que afrontar con responsabilidad. El informe presenta un estado de situación de algunas dimensiones de los derechos humanos en Uruguay que monitorea Amnistía Internacional. Tiene por vocación ser una herramienta de consulta y de trabajo para quienes toman decisiones. 

En informes anteriores, Amnistía Internacional advirtió sobre las señales inquietantes que indican un posible debilitamiento del sistema de garantías de derechos humanos en el país, que se expresa de diversas maneras: dificultades en el acceso a la información pública que tienen un fuerte impacto en la transparencia de los actos del Estado y, por lo tanto, en la confianza en sus instituciones. Un sistema penitenciario completamente colapsado, con una urgencia de reforma que no parece terminar de tomar forma. La violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes ha aumentado y se han identificado situaciones graves de vulneraciones en adolescentes institucionalizadas que se encuentran bajo tutela del Estado.  Uruguay sigue siendo un país hostil con mujeres y niñas, en tanto la violencia de género sigue siendo un problema grave.  El Sistema Nacional Integrado de Cuidados plantea desafíos muy significativos para su consolidación y universalización. La atención en salud mental exige respuestas ajustadas a las necesidades de la población. La impunidad por los crímenes cometidos en el pasado reciente permanece. Por más que ha habido algunos avances, y se ha producido el hallazgo de restos de personas detenidas desaparecidas durante el terrorismo de estado, Uruguay no cuenta con una política sólida en materia de memoria, verdad y justicia. Para Amnistía Internacional también resulta preocupante el cambio de postura del Estado uruguayo en materia de política exterior relativa a los derechos humanos, específicamente en lo que refiere a la situación humanitaria en la Franja de Gaza.   

Estos hechos no pueden pasar inadvertidos. Algunos son asuntos de larga data que solo empeoran su desempeño con el paso del tiempo, otros, aparecen de manera más incipiente, pero con importantes riesgos de convertirse en problemas estructurales. Cuesta pensar a Uruguay lejos del confort que genera la idea de ser la excepción en la región, de pensarnos como “la Suiza de América” o de pensar que asuntos graves suceden lejos de casa. 

¿Hay retorno de la crisis del sistema penitenciario?, ¿hay retorno de la situación de violencia que viven hoy niñas, niños, adolescentes y mujeres?, ¿hay retorno de la falta de transparencia del Estado?, ¿hay retorno de las nuevas posturas que Uruguay tomó a nivel internacional y del apartamiento de los ámbitos multilaterales de Uruguay en los últimos años? Por último, ¿hay retorno del lugar de confort que genera la idea de excepcionalidad del Uruguay que muchas veces frena la capacidad de asumir transformaciones profundas y necesarias? 

Esperamos que estas preguntas provoquen las acciones y giros necesarios para cambiar el rumbo de áreas extremadamente significativas para la vida de las personas. Te invito a descargar el informe, a mirar el streaming con especialistas y a compartir nuestro mensaje. 

DONAR