Del 25 al 27 de junio se realizó la 55ª Asamblea General de la OEA en Antigua y Barbuda con una fuerte preocupación puesta en la crisis que atraviesa Haití. Los Estados miembros aprobaron una resolución que llama a implementar soluciones concretas y urgentes para enfrentar la grave situación que vive el pueblo haitiano.
El texto insta a los países del continente a redoblar esfuerzos para sostener a Haití, apoyando la labor liderada por las autoridades haitianas para restablecer el orden público, facilitando la llegada de ayuda humanitaria y contribuyendo a crear las condiciones necesarias para elecciones libres y justas. Además, solicita al Secretario General de la OEA que, en un plazo de 45 días, presente un plan de acción detallado para coordinar el respaldo regional en materia de seguridad, asistencia y desarrollo, apuntando también a las causas estructurales de la crisis: la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la violencia.
Es crucial que estos compromisos no queden solo en palabras, sino que se transformen en acciones sostenidas, siempre con respeto a los derechos humanos.