Escribe: Lucía Pérez Chabaneau
Directora Ejecutiva, Amnistía Internacional Uruguay
Nadie quiere hablar sobre esto, pero es urgente hacerlo. En Uruguay, 90 niñas en promedio quedan embarazadas cada año. Un embarazo en la infancia implica siempre una vulneración de derechos de las niñas.
Hoy te quiero hablar de Niñas, no madres, la campaña que hace más de 8 años venimos desarrollando en Amnistía Internacional Uruguay.
El embarazo en esta etapa vital no solo vulnera su derecho a la salud, sino que muchas veces es el resultado de situaciones de abuso donde se compromete el consentimiento y la capacidad de decisión. En 2018, presentábamos Embarazo infantil en Uruguay: aportes para la agenda, donde poníamos el foco en diferenciar el embarazo infantil del adolescente para poder ver sus particularidades y empezar a colocar en la agenda pública un tema doloroso e incómodo.
En 2021, nuestro trabajo de investigación nos llevó a profundizar en las conexiones que existen entre los embarazos tempranos y la violencia sexual. En Son niñas, no madres. Unir las piezas de la violencia sexual, instalamos la pregunta: ¿qué hay detrás de un embarazo en una niñas o adolescente menor de 15 años? Siempre, siempre hay que dar lugar a esta pregunta. No dar por hecho, no naturalizar, cuestionar y cuestionarse.
En 2022, presentamos Niñas, no madres. Monitoreo de la situación del embarazo en niñas y adolescentes menores de 15 años en Uruguay, reforzando la necesidad de dar visibilidad a las situaciones de violencia sexual que atraviesan niñas y adolescentes en Uruguay. Aunque poco más de la mitad de esos embarazos no termina en un nacimiento, el embarazo se produce igual. La mayor parte de los embarazos en menores de 15 años se producen en el interior del país. En más de la mitad de los casos existió una situación de violencia sexual y hay un 16% que no se pudo determinar, pero es probable que haya existido.
En 2023, Uruguay atendía 369 denuncias de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en Uruguay.
En mayo de 2024, una adolescente de 16 años, de Rivera, embarazada y víctima de explotación sexual, falleció luego de una cesárea de emergencia. Este trágico evento generó una gran preocupación en la sociedad uruguaya y provocó diversas reacciones políticas, incluyendo interpelaciones en el parlamento. A partir de la información que se hizo pública sobre el caso, se supo que su situación estaba relacionada con un contexto de explotación sexual, lo que puso en evidencia las fallas en el sistema de protección infantil.
No son solo números, son niñas y adolescentes que ven su vida afectada. No son solo noticias terribles, son niñas y adolescentes que ven su vida perjudicada. No son solo conversaciones incómodas, son historias de vida reales de niñas y adolescentes que ven su vida dañada.
Vos podés hacer la diferencia, sumate a Amnistía Internacional Uruguay.
Para que las niñas sigan siendo niñas, no madres.